La película culmina está lógica colonial, hipermasculina, heterosexista y blanca en el combate final, también predecible entre el marine sádico y perverso y Sully, el marine bueno y comprometido con la causa indígena. Como nos ha enseñado Gayatri Spivak, hay que sospechar siempre de aquella lógica que nos presenta a hombres blancos salvando a mujeres de color de los hombres de color. No puede haber dialéctica emancipadora en una confrontación entre dos militares blancos norteamericanos. Habrá segunda y tercera parte de Avatar, mientras tanto concentrémonos en la lucha por la defensa del medioambiente y la lucha contra el capitalismo y el colonialismo.
sábado, 30 de enero de 2010
AVATAR: Los límites de una película producida bajo la lógica espectacular del capitalismo
La película culmina está lógica colonial, hipermasculina, heterosexista y blanca en el combate final, también predecible entre el marine sádico y perverso y Sully, el marine bueno y comprometido con la causa indígena. Como nos ha enseñado Gayatri Spivak, hay que sospechar siempre de aquella lógica que nos presenta a hombres blancos salvando a mujeres de color de los hombres de color. No puede haber dialéctica emancipadora en una confrontación entre dos militares blancos norteamericanos. Habrá segunda y tercera parte de Avatar, mientras tanto concentrémonos en la lucha por la defensa del medioambiente y la lucha contra el capitalismo y el colonialismo.
viernes, 29 de enero de 2010
NUEVA HISTORIA DEL ARTE (II): UN PICASSO VETADO
De acuerdo al artículo anterior, colegimos que la intervención en el arte (en todas sus variantes) por el poder político y económico, no siempre es sutil e indirecto como se piensa. Muchas veces la llamada “mano invisible” se impone en una dirección conveniente a intereses subordinados.
Terminada la segunda guerra mundial en agosto de 1945, EEUU propuso a la ex URSS, dividir la nación coreana sin mayor criterio que el de coordenadas geográficas (el famoso paralelo 38°).
En plena guerra fría, EEUU, sin evidencia confirmada por los observadores de las Naciones Unidas sobre una supuesta invasión a su “administración” en Corea del Sur, declaró la guerra a Corea del Norte en Junio de 1950.
La Guerra de Corea, dirigida por MacArthur hasta el armisticio del 27 de Julio de 1953, destruyó íntegramente el país, medios de comunicación y de subsistencia, fábricas, ciudades y pueblos enteros (un tercio de la población norcoreana, calculada entre 8 y 9 millones de personas fue asesinada en dicho conflicto).
El cuadro, de estilo expresionista que retoma una visión de Goya del fusilamiento de civiles por tropas francesas invasoras en España (Los Fusilamientos del 3 de Mayo), incomodó tanto al gobierno de Corea del Sur como al norteamericano, motivo por el que fue mantenido oculto hasta 1990. Otros autores, señalan que por el nombre, recuerda a la célebre "Matanza de Quíos" de Delacroix.
La composición se halla dividida, como en el mencionado cuadro de Goya, en dos partes: A la derecha están situados los agresores, convertidos ahora en hombres-máquina, como terribles robots que ejecutan a los inocentes: niños y mujeres embarazadas.
El cuadro del pintor malagueño , se exhibe hoy discretamente en el Museo Nacional Picasso en París.
NUEVA HISTORIA DEL ARTE (I): EXPRESIONISMO ABSTRACTO Y LA CIA
Un dato adicional: Durante la Guerra Fría, la CIA financió a grupos diversos, el caso más grave fue el del Congreso por la Libertad de la Cultura, dirigido en la Argentina por el socialista democrático Juan Antonio Solari. La actividad de la CIA fue denunciada por la revista católica de izquierda 'Rampard', a principios de los años setenta.
lunes, 25 de enero de 2010
HAITÍ, LA INVASIÓN HUMANITARIA DE EE.UU.
Revisemos un fragmento de la entrevista a James Petras (profesor emérito de sociología en la universidad de Binghamton-New York) quien da cuenta de los últimos sucesos en Haití, advirtiendo de un posible levantamiento popular, similar al del terremoto de Managua en el año 1972:
Como EEUU no tiene otros medios para intervenir en crisis, siempre mandan las fuerzas militares primero a conseguir el control tanto de las bases militares, el puerto y todos los sistemas de comunicación. Los franceses y otros países se están quejando fuertemente por el hecho de que sus aviones de ayuda médica no podrían entrar en el aeropuerto. Lo que es un gran contraste es que los cubanos en las primeras 24 horas han apoyado con un hospital médico que está tratando a cientos de pacientes cada día las 24 horas por día. Y la pequeña delegación cubana ha tratado 20 veces más pacientes que todo el equipo norteamericano que sólo ha tratado a 60 pacientes hasta ahora, entre los miles que están heridos.
Y esta intervención militar hay que analizarla porque como no tiene equipos civiles activos en el exterior, siempre mandan a los militares, porque todo el dinero del gobierno está canalizado a la parte militar. Por eso se quedan paralizados cuando tienen que actuar como civiles. Y este militarismo tiene una larga historia. Me imagino que los alumnos de escuelas uruguayas recuerdan la invasión de Montevideo por los marines en 1858. Y deben recordar que la principal fuente de entrenamiento para los militares que han creado esta situación de pobreza en Haití eran entrenados por los marines en 1915 que formó la base del poder de la familia Duvalier, la dictadura de 30 años que terminó en 1986. Este sistema dictatorial robó todo dinero de la isla, controlaron miles sino miles de millones de dólares que entraban al tesoro y después por fin el pueblo de Haití eligió un gobierno, de Bèrtrand Arìstide, un ex cura, como presidente; un hombre populista, nacionalista, que no quería privatizar los recursos, el sistema de electricidad y telecomunicaciones, entonces el Banco Mundial y el Fondo Monetario no permitieron entrar ningún préstamo y eso también perjudicó al país.
domingo, 17 de enero de 2010
HAITÍ: TRAS CUERNOS, PALOS!
A pocos días del desastre natural y de la "ayuda humanitaria" que viene recibiendo el pueblo de Haití, y ante algunos sospechosos pedidos de retorno al colonialismo o alguna especie de intervención foránea en su gobierno; desempolvamos este artículo, que tiene ya unos años, del escritor Eduardo Galeano. En él se describe la historia de Haití de una forma diferente a la que nos transmiten los medios de comunicación.
La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.
El voto y el veto
Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.
Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole:
-Recite la lección.
Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.
La coartada demográfica
A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema:
-Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede.
Y se rió. Los diputados callaron.
Esa noche, uno de ellos, Winfried Wolf, consultó las cifras. Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania: tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado.
En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado… de artistas.
En realidad, la coartada demográfica es más o menos reciente. Hasta hace algunos años, las potencias occidentales hablaban más claro.
La tradición racista
Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros.
Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene “una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización”. Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: “Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses”.
Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: “El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro”.
En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral. Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino.
Karl von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: “Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas”. Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro “puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras”.
La humillación imperdonable
En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.
La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.
El delito de la dignidad
Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití.
El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.
Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene.
Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad.
La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia, es también una historia del racismo en la civilización occidental.
sábado, 16 de enero de 2010
LECCIONES DE HISTORIA (III)
La historia de los hebreos en América empieza por Cristóbal Colón. El 2 de agosto de 1492, fueron expulsados de España más de trescientos mil judíos, acontecimiento que provocó en forma paulatina la decadencia del poderío ibero. Al día siguiente, Cristóbal Colon zarpaba en dirección a Poniente, marchando con él cierto número de judíos. Estos no eran, ni con mucho, fugitivos, ya que los planes del intrépido navegante hacia tiempo que interesaban a los judíos influyentes. El propio Colón declara que mantenía relaciones con judíos. El destinatario de la primera carta en que detalla su descubrimiento era un hebreo. Efectivamente, este gran acontecimiento, que dió otro mundo al mundo, se realizó merced a la influencia de judíos. La hermosa leyenda de que la reina Isabel con el valor de sus joyas proporcionara los medios para efectuar la expedición, no halla asidero ante una crítica seria. Ejercieron gran influencia en la Corte Real tres "guarros", o sea tres judíos secretos: Luis de Santángel, opulento comerciante valenciano, arrendatario de las contribuciones reales; su pariente Gabriel Sánchez, Tesorero Real, y un amigo común, el camerlán Juan Cabrero.
Los tres describieron a la reina Isabel el tesoro real como totalmente agotado, instigando constantemente su fantasía con la brillante perspectiva que se le abriría descubriendo Colón las fabulosas riquezas Indias en beneficio de la corona de Castilla. Lograron así que la reina accediera a entregar sus joyas personales para equipar la expedición. Pero Santángel solicitó y obtuvo autorización para adelantar de su propio peculio el dinero necesario, unos 17.000 ducados, que equivalen, según el valor actual de la moneda, a unos 160.000 dólares, y es mas que probable que el préstamo excediera de los gastos realizados de la empresa.
Se tiene entendido que con Colón se embarcaron cinco judíos: Luis de Torres, en calidad de interprete; Marco, como cirujano; Bernal, de profesión medico; Alonso de la Calle, y Gabriel Sánchez. Los instrumentos astronómicos y los mapas marítimos provenían de judíos. Luis de Torres fue el primero en pisar tierra y el primero en intuir el empleo del tabaco. Establecióse en Cuba, y se le puede considerar como patriarca del presente absoluto dominio sobre la industria tabacalera mundial.
Los protectores del Colón, Luis de Santángel y Gabriel Sánchez, lograron grandes prerrogativas por su participación en la empresa. Colon, en cambio, cayo en desgracia debido a las intrigas de Bernal, su medico judío, recibiendo en recompensa injusticias y prisiones.
Desde un principio consideraron los judíos a América como un país de promisión. Su inmigración a la América del sur, especialmente al Brasil, empezó al punto y en masa. A raíz de su participación armada en un conflicto suscitado entre brasileños y holandeses, optaron muchos hebreos brasileños por emigrar hacia la colonia holandesa más septentrional, donde actualmente se encuentra Nueva York. Pedro Stuyvesant, gobernador holandés, se opuso a esa inmigración judía, exigiendo su expulsión. Pero los hebreos, al parecer, habían adoptado precauciones para que, aunque no fueran muy bien recibidos al menos se les admitiera, porque al revocarse la orden de expulsión extendida por Stuyvesant, citaron los directores de la Sociedad Colonial Holandesa como causa de la admisión de los hebreos los grandes capitales que estos habían invertido en “participaciones” de dicha sociedad. Sin embargo, vedóseles el desempeño de cargos públicos y el comercio minorista, lo que tuvo por consecuencia que se dedicaran a la exportación, en cuyo ramo y merced a sus múltiples relaciones europeas, consiguieron el monopolio al cabo de breve tiempo.
Tenemos con ello una de las tantas pruebas de la habilidad judía. Cualquier prohibición en un sentido les facilita magnificas ventajas en otro. Prohibiendo al hebreo comerciar con ropas nuevas, dedicóse al comercio de ropas usadas, con lo cual, efectivamente, creo las bases para el comercio tan magníficamente organizado de prendas de segunda mano. Al cerrársele el comercio minorista, se dedico afanosamente a las transacciones en gran escala, siendo el hebreo el fundador del gigantesco intercambio comercial entre los continentes. También fue judío el fundador del sistema de derecho de salvamento de los naufragios. En las ruinas mismas de la civilización busca y halla el judío su bienestar. Él fue quien enseñó a los otros pueblos como se vuelven a utilizar los harapos, como se limpian las plumas sucias, como se aprovechan las pieles de conejo. El hebreo siempre tuvo predilección por el comercio en pieles, que hoy domina todavía, y a el se deben las innumerables pieles ordinarias que con nombres rimbombantes pasan por preciosidades de gran valor. Por los judíos generalizóse en el comercio la idea de “volver como nuevo”. En los ropavejeros actuales, que recorren nuestras ciudades con su flauta en busca de hierro viejo, botellas vacías, papeles usados y trapos sucios, reconocemos los descendientes de aquellos hebreos que supieron convertir trastos viejos en objetos de valor.
sábado, 2 de enero de 2010
LAS MALVINAS SON ARGENTINAS?
Poco tiempo después de que finalizase la Guerra de Malvinas, Jorge Denti encara este proyecto producido junto a Barberis y al historiador inglés Michael Chanan. Filmado en Gran Bretaña, Argentina y EE.UU. Este proyecto destaca el aspecto colonialista de las islas Malvinas ocupadas por el Imperio Británico desde 1833. Este documental reposa sobre los testimonios que explican las razones históricas y económicas que provocaron aquella guerra y las respectivas decisiones de Argentina y Gran Bretaña (Galtieri y Thatcher), frente a la difícil situación interna que ambos países vivieron.
También es un homenaje a Raymundo Gleyzer, su amigo y compañero del "Cine de la Base", secuestrado en 1976 por la Dictadura Militar. La película ha sido premiada en varios festivales internacionales. Su versión breve está siendo proyectada en televisión.
FICHA TÉCNICA
Dirección: Jorge Denti
Guión: Alberto Adellach e Irene Selser
Fotografía: Fernando Gaja y Peter Chapel
Montaje: Ricardo Moura y Laura Imperiale
Música: Alberto Núñez Palacios y León Gieco
Sonido: Nerio Barberis e Iain Bruce
Productor: Jorge Denti, Michael Chanan y Nerio Barberis
Producción: Cine de la Base-Zafra AC, México
Año de Producción: 1983, México - Argentina
Si desea disfrutar del documental, ingrese a la siguiente dirección: http://es.arcoiris.tv/cinema_arcoiris_flv.php?lid=12338&lang=ita&d_op=getit