Documental de Germán Gutiérrez y Carmen García, que narra la lucha legal de dos abogados y un activista, que representan a una central sindical de Colombia, contra el gigante mundial de la industria de refrescos, a la que acusan de haber asesinado a varios líderes obreros a través de paramilitares colombianos contratados por esa empresa.
Este filme narra como Colombia se ha convertido en la capital mundial de las atrocidades criminales de las transnacionales. Desde 2002, los líderes de más de 470 trabajadores han sido brutalmente asesinados, generalmente por paramilitares contratados por empresas privadas con la intención de aplastar a los sindicatos. Entre estas marcas de las empresas sin escrúpulos se encuentra el gigante estadounidense de la industria de refrescos: Coca Cola.
El documental presenta a Martín Gil: Su hermano Isidro fue asesinado a quemarropa mientras trabajaba en la planta de Coca Cola en Carepa, Colombia, porque él era parte de una unidad de negociación sindical. Al igual que la mayoría de los crímenes violentos cometidos contra dirigentes sindicales colombianos, el asesinato de Gil quedó impune.
Sin embargo, los abogados estadounidenses Daniel Kovalik y Terry Collingsworth, así como el activista Ray Rogers, intervinieron y lanzaron una ambiciosa cruzada contra la empresa Coca Cola. En una increíble saga de tres años, los cineastas Germán Gutiérrez y Carmen García siguen a estos héroes en el juego legal del gato y el ratón. De Bogotá a Nueva York, Guatemala y de Atlanta a Washington y a Canadá, The Coca-Cola Case mantiene en suspenso una reñida lucha en los tribunales, la cual aún se lleva a cabo.
Los abogados presentaron varios casos en la Corte Federal de los Estados Unidos contra la Cola Cola por el asesinato, el secuestro y la tortura cometidos en Colombia y Guatemala. Gracias al activista Ray Rogers, también se atacó a la imagen de marca del gigante con sede en Atlanta, con la devastadora campaña “Stop Killer Coke!”, la cual causó que decenas de universidades de Estados Unidos y otros organismos, boicotearan la bebida y cancelaran los contratos para venderla en sus campus. Este documental fue realizado en coproducción con The National Film Board of Canada y bajo el patrocinio financiero de Québec a través del Crédit d’impôt cinéma et televisión, del SODEC, Société de développement des entreprises culturelles; de Québec Téléfilm Canada, del Crédit d’impôt pour film ou vidéo canadien y con la colaboración de SBS Australia.
Este filme narra como Colombia se ha convertido en la capital mundial de las atrocidades criminales de las transnacionales. Desde 2002, los líderes de más de 470 trabajadores han sido brutalmente asesinados, generalmente por paramilitares contratados por empresas privadas con la intención de aplastar a los sindicatos. Entre estas marcas de las empresas sin escrúpulos se encuentra el gigante estadounidense de la industria de refrescos: Coca Cola.
El documental presenta a Martín Gil: Su hermano Isidro fue asesinado a quemarropa mientras trabajaba en la planta de Coca Cola en Carepa, Colombia, porque él era parte de una unidad de negociación sindical. Al igual que la mayoría de los crímenes violentos cometidos contra dirigentes sindicales colombianos, el asesinato de Gil quedó impune.
Sin embargo, los abogados estadounidenses Daniel Kovalik y Terry Collingsworth, así como el activista Ray Rogers, intervinieron y lanzaron una ambiciosa cruzada contra la empresa Coca Cola. En una increíble saga de tres años, los cineastas Germán Gutiérrez y Carmen García siguen a estos héroes en el juego legal del gato y el ratón. De Bogotá a Nueva York, Guatemala y de Atlanta a Washington y a Canadá, The Coca-Cola Case mantiene en suspenso una reñida lucha en los tribunales, la cual aún se lleva a cabo.
Los abogados presentaron varios casos en la Corte Federal de los Estados Unidos contra la Cola Cola por el asesinato, el secuestro y la tortura cometidos en Colombia y Guatemala. Gracias al activista Ray Rogers, también se atacó a la imagen de marca del gigante con sede en Atlanta, con la devastadora campaña “Stop Killer Coke!”, la cual causó que decenas de universidades de Estados Unidos y otros organismos, boicotearan la bebida y cancelaran los contratos para venderla en sus campus. Este documental fue realizado en coproducción con The National Film Board of Canada y bajo el patrocinio financiero de Québec a través del Crédit d’impôt cinéma et televisión, del SODEC, Société de développement des entreprises culturelles; de Québec Téléfilm Canada, del Crédit d’impôt pour film ou vidéo canadien y con la colaboración de SBS Australia.