Hoy evoco algunas líneas del Elogio de la Necedad:
¿Qué es la vida de los mortales sino una especie de comedia en la que cada actor aparece con una máscara diferente y representa su papel hasta que el director de escena le ordena retirarse? Obra mal el que no toma las cosas como vienen y pretende que la comedia no sea tal. Es propio del hombre prudente comportarse como todo el mundo, cerrando dócilmente los ojos o engañándose a sabiendas.
La indispensable fuerza motriz de todas estas maniobras de los hombres es Filaucía, el Amor Propio, hermana de la Necedad. El que se desprecia a sí mismo jamás conseguirá nada. Quitad esa salsa de la vida, y al instante la palabra del orador será fría, el poeta será despreciado y el pintor perecerá con su arte... (XXII).
La indispensable fuerza motriz de todas estas maniobras de los hombres es Filaucía, el Amor Propio, hermana de la Necedad. El que se desprecia a sí mismo jamás conseguirá nada. Quitad esa salsa de la vida, y al instante la palabra del orador será fría, el poeta será despreciado y el pintor perecerá con su arte... (XXII).
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