Por PATRICIA MONDOÑEDO.-
Dominó con fuerza dramática el color negro y las sombras,
Velorio de un ser querido, en una vivienda pobre en el pueblo de Catacaos.
sobre todo en sus bellas xilografías que recrean pasajes y escenas de gente modesta del pueblo. Pero el artista, que es piurano y se llamaba Félix Adolfo Rebolledo Herrera, también dibujaba a tinta y a lápiz. Le bastó, por ejemplo, pocas líneas para esbozar un camión desvencijado en medio de la claridad del día (en una calle norteña). Su trazo rápido y limpio deja una sensación de nítida transparencia.
Una muestra representativa de la obra de este artista se inaugura hoy en la sala de exposiciones del Colegio Real (pasaje Simón Rodríguez 655, al costado del Congreso). El programa incluye un vídeo documental sobre su vida, una danza norteña y un recital de poesía. La cita es a las 4 p.m.
NOTICIAS DEL NORTE
Félix Rebolledo formó parte de una familia de doce hermanos. Atraído desde muy joven por el arte, estudió dibujo y pintura en la Escuela Regional de Bellas Artes de Piura. Posteriormente viaja a Lima (1964) para matricularse en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, en el taller de J. M. Ugarte Eléspuru. Allí se especializa en la técnica del grabado. Pronto su talento se abre caminos. Gana una beca para estudiar en París, en donde consigue más dominio sobre el grabado, nada menos que en el atelier Cami de la École Nationale Supériore des Béaux Arts (1968).
Después regresó al Perú. Se reencontró con su gente,
Minimalista visión de una calle piurana, fuente de inspiración del artista.
sobre todo cuando ésta se convirtió en personaje de sus obras. En ese sentido, Félix Rebolledo fue un artista sensible que entabló fuertes lazos de compromiso con aquella mayoritaria población de escasas oportunidades. Así, registró en detallados apuntes -algunos intensamente dramáticos- el entorno de sus vidas cotidianas.
Sus dibujos se caracterizan por la síntesis de sus bocetos, que luego serán transformados, con destreza, en impecables xilografías. El artista norteño representa anónimos personajes que los rescata en su individualidad tanto pública como privada: un hombre sentado en una banca, el hacedor de llaves, el cargador de La Parada, la vendedora ambulante o, ya en composiciones más elaboradas, los coloca en grupos personificando escenas protagónicas, como la serie de "Los agachados" y "Más allá de la vida".
COMPROMISO DE ARTISTA
Rebolledo asumió, como ciudadano y artista, compromisos concretos con la realidad, incluso compromisos políticos. Se preocupó por compartir sus conocimientos académicos y artísticos con los sectores laborales, fue así que junto a otros amigos llegó a formar parte de la Asociación Trabajo y Cultura (ATC), dirigida por Denis Sulmont. La organización se dedicaba, sin fines de lucro, a difundir actividades culturales que consistía, entre otras, impartir capacitación técnica y artística. Por esta vocación de servicio social es acusado de terrorista y fue recluido en 1984 en las cárceles de Lurigancho, en donde murió en el motín de 1986, una semana antes de salir en libertad, declarado inocente.
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Perfil
Félix Adolfo Rebolledo Herrera nació en Catacaos,
Félix Rebolledo
Piura, en 1944.
Estudió en la Escuela Regional de Bellas Artes Ignacio Merino de Piura.
También en la Escuela de Bellas Artes de Lima, donde egresó con Medalla de Oro.
En 1967 viajó becado a estudiar arte en París.
En 1973 regresa. Es profesor de la Escuela de Bellas Artes de Lima.
En 1984 es detenido y llevado preso. Murió en el motin de Lurigancho en 1986.
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